¿Qué colores para una oficina son recomendables?
Elegir los colores para una oficina es una etapa fundamental de su diseño, puesto que estos tienen efecto en las mentes de los empleados.
Existen muchos tipos de colores: claros, oscuros, opacos, brillantes, pastel… La lista sigue y sigue, y el espectro de colores que se pueden usar para una oficina es infinito.
Sin embargo, hay cuatro o cinco tonalidades a las cuales es recomendable ceñirse si lo que se desea es sentir el verdadero poder que pueden tener los colores para una oficina.
Colores para una oficina: el blanco, apuesta segura
El blanco es uno de los colores para una oficina más populares, puesto que le da a los ambientes un aire de gran luminosidad, aséptico, haciendo que todo se vea más amplio, armónico y más fácil de decorar.
Además, el blanco es uno de los colores para una oficina que más se eligen hoy en día, debido a que es sumamente fácil de combinar con todo tipo de muebles. Cualquier tonalidad, estilo y material contrasta a la perfección con el blanco.
Es un color que transmite confianza, tranquilidad, limpieza y pureza, pilares fundamentales para garantizar un buen clima laboral.
Sin embargo, se puede optar por combinar el blanco con algún otro color, preferentemente de tonalidad suave.
Gris, un tono serio y profesional
Si la escala de grises y los aires profesionales son lo tuyo, el gris es el color que estás buscando.
Es un color que da sensación de elegancia y modernidad, volviéndolo sumamente popular entre las empresas de tecnología, así como también para salas de reuniones y oficinas.
Al igual que se dijo con el blanco, es ideal combinar el gris con algún color más cálido, para que no quede todo tan soso y apagado.
También comparte con dicho color la característica de ser muy fácil de combinar, volviéndolo ideal para ser complementado con todo tipo de muebles.
Colores para una oficina creativa: Rojo
Si bien no es un color pensado para pintar paredes y oficinas al completo, unos pequeños detalles en rojo pueden ser sumamente beneficiosos para el trabajo en una oficina.
El rojo es un color asociado a la pasión, siendo un gran estimulante para la creatividad. De entre todos los colores para una oficina, es de los pocos que pueden jactarse de eso.
Sin embargo, al mismo tiempo que simboliza pasión, también puede simbolizar peligro. Esa dicotomía es la que puede llevar a que no sea tan recomendable utilizarlo en grandes cantidades en una oficina: solo unos pequeños detalles para estimular la creatividad y la toma de decisiones objetivas, sin sobreestimular.
Otra alternativa para una oficina: el azul
El azul es un color asociado con la calma y la concentración, siendo un color ideal para aportar estabilidad y dinamismo a una oficina.
De entre todos los colores para una oficina, el azul es el más equilibrado de todos, puesto que toda su gama genera estos efectos, y no cuenta con ningún efecto colateral.
Sin embargo, sí que habría que tener en cuenta que, en vista de su carácter relajante, si lo que se desea es estimular el trabajo activo y energético, quizás no sea la mejor opción.
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